Después de varios años de transformaciones estructurales en la educación obligatoria, en 2019 decidimos modificar la visión del Ministerio con el objetivo de acercar la educación al mundo productivo y acompañar la empleabilidad y el aprendizaje de las personas a lo largo de la vida.
En este sentido, nos propusimos impulsar el potencial de las personas para que puedan adaptarse, reconvertirse y generar nuevas posibilidades de inserción y desarrollo laboral y profesional.
Como sabemos que los desafíos que plantea el siglo XXI nos invitan a movernos hacia nuevos procesos de enseñanza que requieren la aplicación de distintas capacidades específicas, en 2019 creamos la Agencia de Aprendizaje a lo largo de la Vida.
La oferta educativa de la Agencia y sus distintos programas, en vinculación con los sectores productivos de la Ciudad, brinda formación en competencias personales, profesionales y técnicas.
Queremos garantizarles a los jóvenes y adultos el acceso a oportunidades educativas diversas, flexibles y de calidad, para acompañar su trayectoria y continuidad formativa, y así mejorar sus posibilidades de empleabilidad, desarrollo personal, profesional y laboral.
Desde la Agencia de Aprendizaje brindamos una oferta educativa alineada con las áreas de vacancia y perfiles ocupacionales demandados por sectores productivos de la Ciudad para que las personas puedan desarrollar habilidades específicas, en función del contexto para su desempeño laboral y profesional.
Uno de los programas del que me siento más orgullosa es Codo a Codo, y su objetivo es brindar herramientas que faciliten la inserción laboral de los ciudadanos en el mundo IT, y en particular, el de fomentar la participación de las mujeres.
La creación de la Agencia de Aprendizaje a lo largo de la Vida dice muchísimo de lo que creemos que debe ser la educación: una herramienta de oportunidades, de articulación con el mundo del trabajo, de desarrollo personal y de progreso. El trabajo de la Agencia cambió muchas vidas. Y por eso también estoy orgullosa.