La ministra de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, Soledad Acuña, participó esta semana junto con Silvia Lospennato del Encuentro Mujeres Inspiradoras en la localidad bonaerense de Campana.
La ministra comenzó contando cómo comenzó su carrera en política y cómo conoció a Horacio Rodríguez Larreta: “Yo me formé políticamente con Horacio. Cuando lo conocí, todavía estudiaba en la facultad. Nunca había participado en política partidaria, aunque siempre estaba metida en todas partes, por ejemplo, cuando fui delegada de curso en la secundaria o armamos el centro de estudiantes y entre las cosas que discutimos estaba el reclamo para cambiar el uniforme”.
“Después me vine a estudiar a la Universidad de Buenos Aires, ingresé en Ciencia Política y en el último año elegí la orientación Administración Pública porque, aunque me gustaba estudiar, sentía que necesitaba otra cosa: bajar a tierra lo que estaba en la teoría. En una de las materias optativas vino gente de la Fundación Sophia a hacer reclutamiento de estudiantes para trabajar en proyectos de investigación y uno de esos proyectos tenía como requisito que los estudiantes fueran de la Patagonia. Es decir, estuve en el lugar correcto en el momento indicado, porque el que dirigía esa fundación era Horacio Rodríguez Larreta”, agregó Acuña.
Y afirmó: “Si sacamos cuentas, hace más de 25 años que conozco y trabajo con Horacio. Hace 25 años que muchos nos estamos formando para acompañar el proyecto de Horacio presidente”.
Sobre su carrera como Ministra de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, Soledad Acuña aseguró: “Siempre me gustó la educación. Porque, en definitiva, la educación es la respuesta a todos los problemas. Mi mamá es docente, y todas sus amigas, mis “tías”, también son docentes, así que la educación es un tema con el cual viví toda mi vida. Y comencé a comprender la importancia de la educación desde muy chica, en el seno de una familia de clase media de Bariloche. A través de la experiencia y el recorrido de nuestros padres, en mi casa siempre tuvimos una especie de mandato familiar: íbamos a estudiar en la universidad. Mis papás hicieron todo lo que estaba a su alcance para que pudiéramos estudiar y creo que por eso tengo tan internalizada la concepción de que el aprendizaje es algo que se sostiene a lo largo de toda la vida: es como seguir buscando. Porque a mayor educación, más herramientas”.
Y agregó: “Hace ocho años tengo el mejor trabajo del mundo. Porque la educación es el mejor camino hacia el progreso. Porque la educación te da libertad. La educación te da herramientas para elegir tu futuro. La educación te da la posibilidad de escribir vos tu propio destino”.
La ministra de educación porteña continuó la charla contando sobre los desafíos que transitó durante estos ocho años en los que se desempeñó como Ministra. Aseguró que Esteban Bullrich le dejó la mejor herencia posible, y que: “encaró cambios culturales y estructurales imprescindibles como mejorar el mantenimiento y la infraestructura de las escuelas y ampliar la cobertura de vacantes, pero también encabezó modificaciones profundas como las de la escuela secundaria, la política de educación digital y la cultura de la evaluación permanente”.
“A partir de 2015 nos propusimos encarar otros procesos de fondo y con el equipo pusimos en marcha proyectos como la creación de la Universidad de la Ciudad y la reforma del Estatuto Docente para que los mejores profesionales estuvieran enseñando en las aulas o la profundización de las políticas de educación digital para que la tecnología se volviera una parte fundamental del proceso de aprendizaje. También construimos 54 escuelas, profundizamos la política de inglés”, comenzó a enumerar la ministra. Y continuó: “Pero hay una transformación particular que encaramos en la Ciudad que responde mucho al para qué educamos y a nuestra visión: la vinculación de la escuela con el mundo del trabajo. La escuela tiene mucho que decir y hacer para contribuir al desarrollo económico y social de nuestro país, pero durante mucho tiempo se desconectó lo que se enseñaba en la escuela con lo que se requería en el trabajo”.
Acuña también repasó los desafíos que surgieron con la pandemia por COVID-19, remarcó la tragedia que generó en materia de aprendizajes y resaltó que lo más desafiante fue construir un plan para recuperar todo lo que los chicos y las chicas perdieron durante esos años.
La ministra concluyó ratificando la importancia de las elecciones que estamos transitando: “Esta elección significa una nueva oportunidad, quizá una oportunidad definitiva. Una oportunidad de hacer las cosas bien: de dejar atrás las épocas de privilegios, de populismo, de sentirnos en alerta todo el tiempo, ya sea por la seguridad o por la economía. Significa dejar atrás una de las épocas más difíciles de la historia de este país, de mucha angustia. Es una oportunidad de que alguien se haga cargo de las cosas difíciles. Esta elección es fundamental para, como dice Horacio, hacer el cambio de nuestras vidas. Y como digo siempre, para hacer de la Argentina un lugar donde nuestros hijos elijan quedarse. Donde vean acá una oportunidad real para progresar y ser felices”.