La ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, emprendió esta semana un viaje a la provincia de Catamarca para acompañar al precandidato de “El cambio de nuestras vidas”, Rubén Manzi, en el marco de la campaña por las Elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias 2023 de Juntos por el Cambio. Durante su visita, la funcionaria porteña ofreció una conferencia de prensa para los medios locales.
Durante la conferencia, Acuña hizo una evaluación crítica de la realidad educativa en la provincia de Catamarca y contrastó con los planteamientos y acciones implementadas en la Ciudad de Buenos Aires. La ministra destacó la necesidad de llevar a cabo transformaciones profundas en el sistema educativo de la provincia y enfatizó la importancia de evaluar el rendimiento y los resultados de los estudiantes.
“La provincia de Catamarca es una de las que peor está a nivel educativo. Y esto tiene que ver con lo poco que estamos haciendo los adultos por los chicos”, afirmó Acuña, señalando la responsabilidad compartida de la sociedad en la mejora de la educación.
La ministra también se refirió a la importancia de garantizar el derecho a la educación y criticó el abuso del derecho a la huelga, enfatizando que los estudiantes deben aprender y estar en la escuela. En este sentido, destacó la propuesta de su espacio político de declarar a la educación como servicio esencial, buscando el equilibrio necesario para que la escuela esté siempre abierta y se garantice la prestación de los servicios educativos.
“Durante muchos años de populismo educativo, se intentó enfrentar la calidad y la cantidad en la educación. Sin embargo, en Juntos por el Cambio, creemos en la importancia de la equidad. Consideramos que todos deben tener igual oportunidad de acceder a la educación y, a partir de ese punto, la escuela debe fomentar el esfuerzo individual y el mérito. Para nosotros, estas no son palabras negativas, sino más bien una forma de incentivar el desarrollo personal de cada individuo”, enfatizó la ministra Acuña.
La visita de la ministra de Educación de la Ciudad de Buenos Aires a Catamarca refuerza el compromiso de su gestión con la mejora del sistema educativo y el impulso de políticas que promuevan la equidad y el esfuerzo personal como valores fundamentales en la educación.
La educación como servicio esencial
Una de las propuestas de Horacio Rodríguez Larreta en su campaña como precandidato a presidente de la Nación es declarar a la educación como un servicio esencial. Esto refuerza la importancia de la educación como un derecho humano fundamental, asegura el acceso equitativo, protege los derechos de los estudiantes, promueve el desarrollo socioeconómico y fortalece el compromiso con una ciudadanía informada y participativa.
Al considerar la educación como un servicio esencial, se asegura que todos los ciudadanos tengan acceso igualitario a una educación de calidad, sin importar su origen socioeconómico, género, ubicación geográfica o cualquier otra característica. Esto promueve la equidad y la justicia social al brindar oportunidades de desarrollo a todas las personas, independientemente de sus circunstancias.
Al ser considerada como un servicio esencial, la educación estaría respaldada por marcos legales y constitucionales que protejan los derechos de los estudiantes. Esto implica garantizar la cantidad de días de clases, la calidad de la educación, la seguridad en las instituciones educativas y el acceso a recursos educativos adecuados. Los estudiantes tendrían derecho a recibir una educación de calidad y a disfrutar de un entorno de aprendizaje seguro.
En este sentido, al declarar la educación como un servicio esencial, se establece un compromiso por parte del Estado de garantizar la continuidad del aprendizaje incluso en situaciones de crisis o emergencias, como desastres naturales, conflictos sociales o pandemias. Esto implica la implementación de medidas y recursos necesarios para asegurar que los estudiantes puedan seguir aprendiendo, ya sea a través de la educación presencial o de modalidades a distancia.
La educación es fundamental para el desarrollo socioeconómico de un país. Al declararla como un servicio esencial, se reconoce su valor estratégico para el progreso y la competitividad de la nación. Una fuerza laboral educada y capacitada impulsa la innovación, la productividad y el crecimiento económico. Además, la educación proporciona a las personas las habilidades necesarias para participar activamente en la sociedad, ejercer sus derechos y contribuir al bienestar colectivo.
Al considerar la educación como un servicio esencial, se envía un mensaje claro sobre el compromiso del Estado y la sociedad con la formación y el desarrollo integral de las personas. Se reconoce que la educación es un pilar fundamental para la construcción de una ciudadanía informada, crítica y participativa, capaz de contribuir al fortalecimiento de la democracia y la toma de decisiones informadas.