La ministra de Educación porteña le contestó al gobernador, quien había instado a los alumnos a “rebelarse” y a que “hablen como quieran”.
“El gobernador subestima a estudiantes y familias. Invita a los chicos a rebelarse para que hablen como quieren, cosa que obviamente pueden hacer. ¿Por qué no los invita a luchar por la calidad educativa bonaerense? Eso sí sería revolucionario”, desafió irónicamente la funcionaria desde su cuenta de Twitter.
Kicillof, durante la mañana y mientras encabezaba en Tecnópolis el juramento a la Bandera de estudiantes de 15 distritos de la Provincia, había apuntado contra la RAE ante los alumnos, intendentes, representantes sindicales, directores y maestros de colegios: “Desde España qué nos van a explicar las palabras que usamos”.
Y recalcó, en un manifiesto ataque a la prohibición porteña: “No nos gusta prohibir, nos gusta que puedan expresarse, decir lo que sientan y sean patriotas”.
Incluso fue más lejos el gobernador, al trazar un paralelismo entre la pelea de Manuel Belgrano por la independencia de la patria con el desafío de rebelarse contra la norma que deja de lado al lenguaje inclusivo dentro de las escuelas.
En ese sentido, resaltó que el prócer “se estaba rebelando contra una dominación, contra una monarquía. Fue rebelarse pensando en los otros”.
“Acá en la Provincia también rebelarse es hablar como uno quiere, como una quiere”, continuó Kicillof, y aclaró que ello no implica “decir palabrotas, pero sí expresar lo que uno quiere”.
Las palabras de Kicillof despertaron otras cajas de resonancia. Desde el mismo distrito, Alex Campbell, vicepresidente del bloque de Juntos por el Cambio en la legislatura bonarense, optó por preguntarle, con cierto sarcasmo.
“¿Tener las escuelas cerradas, sin gas, sin docentes, sin siquiera poder imprimir los boletines, también es una acto de rebeldía contra España @AxelKicillof?”, le enumeró en un repaso de noticias adversas sobre la agenda educativa bonaerense para contrastarle.
No más lenguaje inclusivo en las escuelas porteñas
El pasado 9 de junio el Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires firmó una resolución que prohíbe la utilización del lenguaje inclusivo dentro de las aulas como una medida que busca “recuperar los aprendizajes perdidos”.
La normativa prohíbe específicamente que los docentes usen la “e”, la “x” o el “@” dentro de las aulas. Ya no se podrá decir “chiques” o escribir “todxs” frente a los alumnos.
El argumento es que, en el contexto de la emergencia educativa generada por la pandemia, esas expresiones del llamado lenguaje inclusivo son una barrera que dificulta el aprendizaje de la lectoescritura.
En su artículo 1° establece que todos los docentes del distrito, de los niveles inicial, primario y secundario, tanto de escuelas públicas como privadas, “deberán desarrollar actividades de enseñanza y realizar las comunicaciones institucionales de conformidad con las reglas del idioma español, sus normas gramaticales y los lineamientos oficiales para su enseñanza”.
La resolución también aprueba tres guías prácticas y de recomendaciones para el uso de la comunicación inclusiva (uno por cada nivel educativo), elaborados por los expertos del Ministerio. Allí exhiben a los docentes las formas en que sí se puede usar un lenguaje no sexista, porque no deforman la lengua y no ponen trabas al aprendizaje de la lectura y la escritura.
“Necesitamos terminar de eliminar todas las barreras que puedan obstaculizar el correcto aprendizaje de la lectura, de la comprensión lectora y de la fluidez tanto en la redacción como en la lectura y, obviamente, cuando empezamos a incorporar palabras distorsionadas, o formas distorsionadas del uso de la lengua, generan trabas. Por eso vamos a ordenar el uso del lenguaje dentro de las escuelas”, dijo Acuña en aquel momento.
Publicado en la edición de Clarín del día 22 de junio de 2022.