Soledad Acuña participó del II Congreso sobre Experiencias Internacionales de Desarrollo Profesional Docente

La ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, participó la semana pasada de la apertura del 2° Congreso sobre Experiencias Internacionales de Desarrollo Profesional Docente. El Congreso se llevó a cabo los días 24 y 25 de octubre en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y participaron ex ministros de educación latinoamericanos, funcionarios y legisladores; referentes de organizaciones sociales; académicos; periodistas educativos; supervisores escolares; representantes de organizaciones sindicales; estudiantes aspirantes a la docencia; y otros actores del sistema educativo.

Durante la apertura, Soledad Acuña aseguró: “Uno de los desafíos más importantes es la transición desde la formación inicial hacia el ejercicio concreto de la tarea docente en las aulas y los primeros años de desarrollo profesional. Por eso, me parece fundamental este espacio donde podemos seguir preguntándonos, en primer lugar, cómo atraer a más personas para que elijan ser docentes. Pero también sobre cómo seguir acompañando a los y las docentes que recién ingresan al sistema educativo y cómo fortalecer las oportunidades laborales y de progreso en la carrera para los docentes noveles. Todo futuro en educación tiene que ver en gran parte con lo que hagan todos los días los docentes en las aulas”.

La transición desde la formación inicial docente al ejercicio de la práctica profesional es un proceso fundamental, con un fuerte impacto en su desarrollo profesional. Por eso, este congreso busca generar espacios de reflexión sobre la práctica docente que permitan abordar los desafíos específicos de los primeros años de su desempeño.

Es organizado por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, la Organización de Estados Iberoamericanos, y la Coalición Latinoamericana para la Excelencia Docente.

En la primera de las jornadas se realizaron acciones de campo en instituciones educativas y encuentros reducidos con actores estratégicos. Mientras que en la segunda jornada se llevarán adelante las exposiciones de los invitados que cuentan con mayor relevancia en la temática de la convocatoria.

La ministra Acuña compartió la apertura del evento con Luis Scasso, director de la Organización de Estados Iberoamericanos; y con Agustín Porres, director regional de la Fundación Varkey. Además, durante esa jornada, Denisse Vaillant, doctora en Educación expuso sobre el acompañamiento a docentes noveles. Más tarde, también expusieron sobre diversas temáticas relacionadas a la formación docente:  Patricia Vázquez, exministra de Educación del estado mexicano de Puebla; Lilia Concha Carreño, presidenta del Centro de Perfeccionamiento, Experimentación e Investigaciones Pedagógicas (Cpeip) de Chile; Verónica Cabezas, creadora de la Fundación Enseña Chile; y Javier Bermúdez, vicerrector de Procesos Académico y Estudiantes de la Universidad de La Sabana en Colombia. El cierre de la jornada estuvo a cargo de Manuel Vidal, jefe de Gabinete del Ministerio de Educación porteño.

Las palabras de los especialistas

La doctora en Educación Denise Vaillant, aseguró que “los primeros años en el aula son cruciales para los docentes por su impacto en su carrera profesional. De no ser acompañados, los docentes noveles hacen frente a desafíos que, según la evidencia, se traducen en sensaciones de angustia y soledad, pérdida de entusiasmo y desencanto al experimentar la distancia entre la formación inicial y la realidad del aula”.

Y concluyó: “Algunos de los inconvenientes más frecuentes con los que se encuentran los docentes que están iniciando su carrera se relacionan con el hecho de que les suelen asignar los grados inferiores, que son los más difíciles. Hay evidencia de que los procesos de inducción de docentes noveles producen mejoras en los sistemas educativos y las mentorías o tutorías son un elemento clave para una buena inducción”.

Por su parte, Lucila Malnatti, docente e investigadora de la Fundación Varkey, expuso algunas recomendaciones para diseñar programas o políticas de ingreso a la docencia. Entre ellas se encontraban, en primer lugar, diseñar programas de ingreso a la docencia que cuenten con una multiplicidad de componentes e instrumentos, tales como tutorías, aporte de expertos, apoyo de pares y autorreflexión. En segundo lugar, generar un marco de desempeño que permita establecer criterios de calidad y pertinencia sobre la carrera profesional de los docentes y, en particular, de los profesionales noveles. En tercer lugar, diseñar programas que contemplen trayectos diferenciados, al tener en cuenta la diversidad de contextos de práctica, el tipo de escuela y el contexto en el que se inserten. Finalmente evaluar y medir el impacto de los programas implementados.